Idealizar a alguien




Idealizar a alguien es exagerar las virtudes y hacer a un lado los defectos de una persona, llevándolos al grado de la “perfección”.

La persona que idealiza a otra, por lo general se siente inferior y no merecer su cariño o afecto. En cambio, cuando admiras a otra persona, muestras interés en ella, por sus cualidades, porque tiene virtudes que te gustaría tener y , quizá, porque ves en esa persona cosas que tú mismo deseas alcanzar. 

¿Existe la persona perfecta? Solo Cristo Jesús fué perfecto y murió por ti y por mí. Mateo 5: 48

No todos los días te encuentras con esa persona que crees perfecta para vivir felices por siempre; como en los cuentos de hadas. Pero, eso no sucede en la vida real. No existe la persona o la pareja perfecta, aunque a veces lo creas así.

Si creemos que la otra persona nunca se va a equivocar, entonces creemos que jamás nos va a fallar. Por lo tanto, el día que lo haga, la frustración podría llevarnos a la depresión y a elaborar conclusiones exageradas.

Es posible que una persona porque te vuelva loco, porque te sientes deslumbrado/a y haces cualquier cosa para hacerle feliz, porque cumple todas tus expectativas o porque estás realmente enamorado/a.

Cuidado. Muchas veces las personas más deseables son las que menos te necesitan. Cuando una persona atractiva no está disponible, es más deseado/a. Por ello, reflexiona si ese ser especial es realmente el escogido por tu corazón ,o sólo se trata del orgullo por tratar de ganársela a quienes le desean.

A veces piensan que sólo existe una persona en todo el mundo de la que pueden enamorarse y no es así. Hay otras con las que podrás encontrar la química adecuada para sentirte enamorada/o, con quien te identificas, de quien puedes adivinar sus acciones y pensamientos, y comprender la razón que existe detrás de cada una de sus sonrisas. Y, sin embargo, también corres el riesgo de idealizarlas y corromper tu relación.

Aunque creas que nos mereces la dicha de esa relación, puede haber alguien más, interesada en esa misma persona. Entonces, reaccionas con decepción, frustración, depresión, celos porque te has creado muchas expectativas a futuro que se ven rotas ante esta otra realidad.

Esto no quiere decir que la persona ideal no pueda existir. Pero sucede que, con frecuencia, has construido a ese ser perfecto, ideal, con la finalidad de autoengañarte y pensar que esa persona podría darnos la felicidad.

¿Idealizar a las personas es síntoma de baja autoestima?

Comúnmente, las personas que idealizan a otras reconocen tener poca valía, baja autoestima. Estas personas con frecuencia se culpabilizan de lo negativo que les sucede. Creen valer tan poco, que justifican el poco interés que algunas personas puedan sentir por ellas. Esta manera de pensar y de relacionarse con su entorno social favorece, en gran manera, a la idealización de otras personas, particularmente de su pareja.

La persona que idealiza, desarrolla una dependencia emocional lo que puede convertirlas en alguien sumisa, capaz de soportar humillaciones y, al mismo tiempo, sentirse terriblemente afortunadas por tener a esa “persona maravillosa y perfecta”. E igualmente agradecidas porque se haya fijado en ellas y harán lo que sea para retenerla. Incluso, entregar su propia felicidad en manos ajenas pues no se creen dignos del afecto de la persona objeto de su idealización.

¿Qué hacer?

Seamos realistas y dejemos de idealizar a nadie. Sólo así, podremos crear y desarrollar la felicidad a partir de nosotros mismos. El amor te puede ayudar a sanar. Nadie puede darte lo que no puedas darte a ti mismo: valorarte y amarte.

Las personas a las que se idealiza son gente normal, con errores y aciertos. Tan imperfectas como nosotros, con quien podríamos compartir nuestra vida y dicha, entendiendo que las personas perfectas no existen pero, lo que sí existe son las personas que tienen un verdadero interés en nosotros y que desean compartir su vida.

TRES PASOS PARA NO IDEALIZAR

1.- No permitas que la imagen que posees de ti mismo dependa de lo que diga o piense otra persona.

2.- Valórate. Al auto valorarnos comenzamos a vernos con la misma mirada halagadora con la que vemos al otro.

3.- Recuerda que una pareja debe formarse a base de gustos en común y no a objetivos independientes.